MANUAL DE ENTRENAMIENTO PARA MAESTROS DE ESCUELA DOMINICAL

manual de entrenamiento

quisiera empezar
haciendo la siguiente pregunta: “¿pueden los niños ser salvos?” Tanto si ha pensado usted
en ello a fondo como si no, si ha llegado a una conclusión  como si no lo ha hecho, esto
es de suma importancia para entender lo que es el ministerio dedicado a los niños. Yo he
oído hablar acerca de diferentes ideas respecto a si los niños pueden o no pueden ser
salvos. He oído decir que, bueno, que cuando son menores de doce años, resulta un tanto
difícil pensar en dicha posibilidad porque ni siquiera poseen el entendimiento intelectual
para ello y es posible que no entiendan el concepto de la cruz, de modo que si pensamos
en niños de cuatro o cinco años, ni pensarlo! Su manera de tratar a los pequeños
dependerá de la respuesta que haya dado. Por ella se verá si está usted dispuesto a
disciplinarles o a tratarlos como a bebés. Pero es una pregunta a la que es importante
responder.
Quisiera empezar haciendo la siguiente pregunta: “¿pueden los niños ser salvos?” Tanto si ha pensado usted en ello a fondo como si no, si ha llegado a una conclusión  como si no lo ha hecho, esto es de suma importancia para entender lo que es el ministerio dedicado a los niños.
Yo he oído hablar acerca de diferentes ideas respecto a si los niños pueden o no pueden ser salvos. He oído decir que, bueno, que cuando son menores de doce años, resulta un tanto difícil pensar en dicha posibilidad porque ni siquiera poseen el entendimiento intelectual para ello y es posible que no entiendan el concepto de la cruz, de modo que si pensamos en niños de cuatro o cinco años, ni pensarlo! Su manera de tratar a los pequeños dependerá de la respuesta que haya dado. Por ella se verá si está usted dispuesto a disciplinarles o a tratarlos como a bebés. Pero es una pregunta a la que es importante responder.

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MATERIAL PARA ESCUELA DOMINICAL: ESTER 1:1-8 /UNA GRAN FIESTA. MANUAL PARA EL MAESTRO

libro del maestro

La Biblioteca Escuela Dominical está diseñada para ser usada en la Escuela Dominical por los maestros y alumnos incluyen material fotocopiable con actividades para los alumnos.

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JOSE Y EL PLAN DE DIOS: MANUAL PARA LOS NIÑOS – UTILIDAD PARA LOS ALUMNOS

JOSE ALUMNOS

Este es un material  que va de la mano con las del maestro de Escuela Dominical o de los Centros educativos, imprimible y que sirve como fichas de aplicación y de evaluación.

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JOSÉ Y EL PLAN DE DIOS: MATERIAL PARA MAESTROS DE ESCUELA DOMINICAL – CLASES DE RELIGION

JOSE

Este material está preparado para el uso de maestros de Escuela Dominical  y en las escuelas para dar clases en el Area de Religion. Viene con todas las ayudas visuales para explicar y aplicar en el aula.

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MATERIAL DIDÁCTICO PARA LA ESCUELA DOMINICAL: HÉROES BÍBLICOS – ANTIGUO TESTAMENTO

heroES BIBLICOS                                                                                                           

Este valioso material está pensado para servir a las congregaciones que en su ministerio tienen a bien desarrollar una Escuela Dominical con una preparación excelente magisterial para sus maestros y líderes que se preocupan por enseñar la doctrina sana a niños, adolescentes , jóvenes y adultos.

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FIELES E IDONEOS PARA ENSEÑAR: HERRAMIENTA MINISTERIAL PARA ESCUELA DOMINICAL

La  formulación  de objetivos  es   una  tarea  fundamental  dentro  del  proceso  de enseñanza-
aprendizaje,  pudiéndose  distinguir  entre  objetivos  generales   y   unos  más  específicos.  Dichos
objetivos  deben  estar  bien   delimitados   y  darse  a  conocer  a  los  alumnos.  Los  objetivos   se
necesitan como metas en el aprendizaje. Cuando las metas son demasiado remotas, hay una
tendencia a no hacer el trabajo, en la creencia de que podrá hacerse más tarde; si las metas no
están claramente definidas, el resultado puede ser la apatía y la inactividad.
El   logro de una serie de objetivos es  la causa principal  por   la que se planifica  la enseñanza.
Ahora bien, esos objetivos deben estar definidos de manera precisa para que sean de utilidad a
la hora de llevar a cabo la planificación. Los objetivos deben definirse comenzando por aquellos
más  generales,  y a partir  de estos  objetivos  más  genéricos   ir  descendiendo de una  forma
coherente hacia metas más concretas. Este proceso requiere coherencia y compatibilidad entre
objetivos.
La identificación de los propósitos que se persiguen en el curso que dará comienzo, es el primer
paso para precisar   los objetivos  que se quieren conseguir.  Los  propósitos describen  lo que se
espera de los alumnos después de la enseñanza.
Este establecimiento de objetivos debe tener en cuenta la situación de partida y el entorno en
que se va a desarrollar la actividad docente, y se deben establecer previo a la programación de
la enseñanza. El conocimiento preciso de la situación de partida constituye una primera etapa
de la planificación. La realización de una prueba al comienzo de curso permite identificar el nivel
de conocimiento de una clase concreta  y   las  deficiencias  en  su  formación.   La adecuada
formulación de  los  objetivos,  de  las  metas  que  se  intentan  lograr,   facilitan  la programación
docente. A la hora de planificar la enseñanza, la mejor forma de hacerlo es comenzar por los
resultados que se pretenden conseguir, para de ahí, ir descendiendo a niveles inferiores.La  formulación  de objetivos  es   una  tarea  fundamental  dentro  del  proceso  de enseñanza-
aprendizaje,  pudiéndose  distinguir  entre  objetivos  generales   y   unos  más  específicos.  Dichos
objetivos  deben  estar  bien   delimitados   y  darse  a  conocer  a  los  alumnos.  Los  objetivos   se
necesitan como metas en el aprendizaje. Cuando las metas son demasiado remotas, hay una
tendencia a no hacer el trabajo, en la creencia de que podrá hacerse más tarde; si las metas no
están claramente definidas, el resultado puede ser la apatía y la inactividad.
El   logro de una serie de objetivos es  la causa principal  por   la que se planifica  la enseñanza.
Ahora bien, esos objetivos deben estar definidos de manera precisa para que sean de utilidad a
la hora de llevar a cabo la planificación. Los objetivos deben definirse comenzando por aquellos
más  generales,  y a partir  de estos  objetivos  más  genéricos   ir  descendiendo de una  forma
coherente hacia metas más concretas. Este proceso requiere coherencia y compatibilidad entre
objetivos.
La identificación de los propósitos que se persiguen en el curso que dará comienzo, es el primer
paso para precisar   los objetivos  que se quieren conseguir.  Los  propósitos describen  lo que se
espera de los alumnos después de la enseñanza.
Este establecimiento de objetivos debe tener en cuenta la situación de partida y el entorno en
que se va a desarrollar la actividad docente, y se deben establecer previo a la programación de
la enseñanza. El conocimiento preciso de la situación de partida constituye una primera etapa
de la planificación. La realización de una prueba al comienzo de curso permite identificar el nivel
de conocimiento de una clase concreta  y   las  deficiencias  en  su  formación.   La adecuada
formulación de  los  objetivos,  de  las  metas  que  se  intentan  lograr,   facilitan  la programación
docente. A la hora de planificar la enseñanza, la mejor forma de hacerlo es comenzar por los
resultados que se pretenden conseguir, para de ahí, ir descendiendo a niveles inferiores.
PEDAGOGIA BIBLICA
La  formulación  de objetivos  es   una  tarea  fundamental  dentro  del  proceso  de enseñanza-aprendizaje,  pudiéndose  distinguir  entre  objetivos  generales   y   unos  más  específicos.  Dichos objetivos  deben  estar  bien   delimitados   y  darse  a  conocer  a  los  alumnos.  Los  objetivos   se
necesitan como metas en el aprendizaje. Cuando las metas son demasiado remotas, hay una tendencia a no hacer el trabajo, en la creencia de que podrá hacerse más tarde; si las metas no están claramente definidas, el resultado puede ser la apatía y la inactividad.
El   logro de una serie de objetivos es  la causa principal  por   la que se planifica  la enseñanza.
Ahora bien, esos objetivos deben estar definidos de manera precisa para que sean de utilidad a la hora de llevar a cabo la planificación. Los objetivos deben definirse comenzando por aquellos más  generales,  y a partir  de estos objetivos  más  genéricos   ir  descendiendo de una  forma coherente hacia metas más concretas. Este proceso requiere coherencia y compatibilidad entre objetivos.
La identificación de los propósitos que se persiguen en el curso que dará comienzo, es el primer paso para precisar   los objetivos  que se quieren conseguir.  Los  propósitos describen  lo que se espera de los alumnos después de la enseñanza.
Este establecimiento de objetivos debe tener en cuenta la situación de partida y el entorno en que se va a desarrollar la actividad docente, y se deben establecer previo a la programación de la enseñanza. El conocimiento preciso de la situación de partida constituye una primera etapa de la planificación. La realización de una prueba al comienzo de curso permite identificar el nivel
de conocimiento de una clase concreta  y   las  deficiencias  en  su  formación. La adecuada formulación de  los  objetivos,  de  las  metas  que  se  intentan lograr,   facilitan  la programación docente. A la hora de planificar la enseñanza, la mejor forma de hacerlo es comenzar por los resultados que se pretenden conseguir, para de ahí, ir descendiendo a niveles inferiores.